¿Cuánto esfuerzo, tiempo y dinero al año empleamos las personas en hacer más buena nuestra calidad de vida? Es algo lógico e intrínseco al ser humano que, al igual que sucede con nuestras aspiraciones profesionales por ejemplo, queramos mejorar en cuestiones materiales, en nuestro aspecto físico o nuestra salud interna pero, ¿Te has preguntado alguna vez si gozas en tu casa o en tu centro de trabajo de una óptima calidad del aire? El tenerla mejor o peor, incide directamente en dicha calidad de vida, y normalmente por desconocimiento, no solemos atender a su cuidado o mejora.
Si tenemos en cuenta que las personas pasamos entre un 80% y un 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, es importante saber el tipo y la calidad de los materiales empleados en los recubrimiento de paredes, suelos y techos ya que tienen una relación lineal con la calidad del aire del que gozamos en el interior, debido principalmente, a las emisiones de compuestos orgánicos volátiles (COVs) durante la vida útil de estos recubrimientos.
La gran influencia que estas emisiones de COVs tienen en la salud de las personas, ha originado que países como Francia, Bélgica o Alemania las hayan regulado y limitado de manera oficial a través de estrictas legislaciones. Por otra parte, los esquemas de certificación de los edificios más reconocidos en el mercado LEED, BREEAM, HQE, y por lo tanto los edificios singulares más importantes que se construyen en aquellos países, priorizan aquellos materiales que han evaluado y reducido sus emisiones de COVs.
En QUIDE, dentro de nuestro marco de I+D y prosiguiendo con la misma estrategia de desarrollo de productos respetuosos con el medio ambiente que mejoran la salud de las personas, hemos desarrollado el que posiblemente sea uno de los proyectos más vanguardistas y codiciosos de nuestra historia consistente en la realización de la evaluación de las emisiones de COVs para todos aquellos productos de nuestras familias de poliuretanos al agua para suelos de madera. De esta manera, desde QUIDE nos adelantamos a la reglamentación Europea que entrará en vigor en pocos años, al posicionar nuestros productos de forma preferente en los mercados más exigentes y en los grandes proyectos de edificación venideros.